Eneagrama. Tipología Nueve
El Mediador
Helen Palmer
El Mediador
La premisa básica:
Queda escondido, entre telones, el principio fundamental que todos formamos parte de un estado de amor incondicional y unión. En consecuencia, se llega a creer que el mundo considera a la gente insignificante y que para poder pertenecer y adquirir una sensación de comodidad y confort hay que fusionarse con los demás y disipar la energía con objetos de sustitución. Al mismo tiempo, se desarrolló la inercia (auto olvido) acerca de sus propias prioridades y límites. Por lo tanto, la atención se dirige a los demás y al mundo que nos rodea.
Característica esencial “perdida”
Perdimos de vista la existencia del amor incondicional,
donde todos somos de igual importancia y formamos parte de un todo
Creencia compensatoria
El mundo nos convierte en personas de poca importancia y
exige una adaptación
Estrategias relacionadas con el foco de atención
Olvidarse de si mismo y buscar activamente la sensación de
pertenencia. Descuidar prioridades personales por reclamos externos
La trampa
Buscar externamente y no internamente la comodidad y la
armonía
Generadores de energía
La inercia (pereza) hacia uno mismo. La energía dirigida
hacia los demás y una variedad de reemplazos y sustituciones a las prioridades
propias.
Lo que se trata de evitar
Los conflictos y la incomodidad. Hacer lo que los demás
prefieren para evitar ser rechazado.
Aspectos positivos
Mediador por excelencia, comprensivo, con actitud de apoyo a
los demás, adaptable
La paradoja
La negligencia hacia si mismo en búsqueda de la comodidad
produce incomodidad
Camino al desarrollo
. Sentirse importante
. Crear limites y prioridades
. Amarse a si mismo como amamos a los demás
. Aceptar la incomodidad y el cambio como parte de la vida
Lo esencial
Todos pertenecemos de igual manera a un estado de amor
incondicional y de unión.
La cuestión central para la curación
Todos nosotros, no sólo los mediadores, a veces tendemos a centrarnos en el entorno que nos rodea y solemos reaccionar a los eventos y a las personas del mundo exterior. Para los mediadores, la cuestión central es perder el contacto con su yo interior para poder adaptarse al medio ambiente y activar la fusión con los demás. Mediadores luchan fundamentalmente con la obtención o recuperación de un ser separado.
Si tu eres un Nueve, tu tarea principal es lograr estar despierto y alerta para ti mismo - literalmente amarte a ti mismo desde un punto de referencia personal que no tiene sustituto. Tu camino a la curación consiste en establecer tus propias prioridades y límites de tiempo en lugar de caer en la comodidad de actividades secundarias. Es fundamental aprender a resistir ser influenciados por otros.
Seis compromisos para estimular la curación y el crecimiento de los Mediadores
- Practicar la idea de amarte a ti mismo como amas a los demás
- Asumir responsabilidad de tu propio bienestar y tu valor
- Reclamar un yo separado
- Establecer y respetar tu propia agenda y prioridades
- Aceptar el malestar y el conflicto como parte de la vida
- Reconocer la ira en sus múltiples formas y verla como una señal de que te sientes violado (ignorado, no escuchado)