sábado, 12 de diciembre de 2009

LAS TRIADAS EN EL ENEAGRAMA


LAS TRIADAS :




Para recordar de un vistazo las triadas básicas
En la organización del Eneagrama
se conforman Tres Tríadas o
grupos de tres Eneatipos. Cada
tríada comparte hábitos emocionales
y puntos de vista generales.
Esta primera agrupación de
tipos se fundamenta en los tres
componentes básicos de la psique
humana: instinto, sentimiento y
pensamiento. Según la teoría del
Eneagrama, estas tres funciones
están relacionadas con «centros»
sutiles del cuerpo humano, y la
personalidad se fija principalmente
en uno de esos centros. Los tipos
Ocho, Nueve y Uno constituyen
la tríada del instinto; los tipos
Dos, Tres y Cuatro forman la
tríada del sentimiento y los tipos
Cinco, Seis y Siete conforman
la tríada del pensamiento.
También podemos ver cómo
estas tres tríadas se organizan en
base a tres necesidades básicas.
Las tres necesidades básicas son:


1. La necesidad de autonomía.
Tener una clara sensación del
“Yo”, autoafirmarse e imponerse.
Defenderse contra ataques al “territorio
propio”. Sentir impulsos
vitales de movimiento y vivirlos.
espontáneamente con reacciones
instintivas “desde la tripa” a las
situaciones exteriores. La pregunta
que surge de esta necesidad
es ¿Quién soy yo -quién eres tú?
¿Cuál es el espacio que me corresponde
y cuál te corresponde a ti?.


2. La necesidad de relación.
Sentirse querido y querer. Cuidar
la amistad, la asistencia, la preocupación
por los demás. Son importantes
la comprensión mutua
y un “buen contacto”. Se recalca la
importancia de pertenecer a una
familia, a un grupo. Esta necesidad
del “corazón” crea una pregunta:
¿Con quién tengo qué relación -
cómo es nuestra comunicación?

3. La necesidad de orientación
y seguridad. Sentirse seguro en
el lugar en que se está. Conocer
bien el sitio. Tener perspectiva
de las cosas. Son importantes la
claridad y la confianza. Sentidos
despiertos para detectar el
ambiente. De esta necesidad
surge la pregunta: ¿Dónde
estoy realmente? ¿Este es
un lugar seguro para mí?
Sea cual sea el tipo de personalidad,
ésta contiene los tres componentes
relacionados entre sí y
sólo de esta forma puede fluir la
persona. Cada una de las tríadas

representa una gama de posibilidades
o funciones esenciales que
la persona ha bloqueado o distorsionado
ya que se ha encontrado
desconectada de su esencia,
limitándose a ubicar su energía vital
en una y sólo una de las tríadas

Tríada visceral o instintiva Negrita
Cada uno de estos tres tipos tiene
problemas de agresividad (aunque
todos los tipos del eneagrama
tienen problemas de agresividad,
en la tríada del instinto es el componente
esencial de la estructura
de su ego). En el transcurso del
trabajo psicológico y espiritual,
esta energía suele surgir como
una potente sensación de ira.
La ira es la reacción instintiva a la
necesidad de reprimirse, de cerrarse
y de constreñir la vitalidad;
los ochos la expresan, los unos la
reprimen y los nueves la niegan.

Triada emocional
Los tipos de esta tríada tienen
problemas de identidad (“¿Quién
soy yo?”) y de hostilidad (“te
odio porque no me amas como
yo quiero”). Dado que los tipos
Dos, Tres y Cuatro saben que su
identidad no es una expresión de
lo que son realmente, reaccionan
con hostilidad siempre que no se
valora su personalidad-identidad.
Mientras que la tríada del instinto
trata de controlar sentimientos
de rabia, la tríada del
sentimiento trata de contener
sentimientos de vergüenza

Triada intelectual
Si la tríada del instinto se ocupa
de mantener un sentido de sí
mismo y la tríada del sentimiento
de mantener una identidad personal,
la tríada del pensamiento
trata de encontrar sentido de
orientación interior y apoyo. Los
sentimientos dominantes en los
tipos Cinco, Seis y Siete son la
ansiedad y la inseguridad. Están
más preocupados por el futuro:
¿Qué me va a ocurrir? ¿Cómo
voy a sobrevivir? ¿Cómo prepararme
si ocurren cosas malas?
Los tipos Cinco, Seis y Siete no
logran tranquilizar sus mentes
parlanchinas. Al resultarles especialmente
difícil conectar con
sus mentes calladas (lo que les
proporcionaría un sentimiento
enorme de apoyo, orientación
interior y seguridad para actuar
en el mundo) tienen miedo.
SALAMA, I

jueves, 3 de diciembre de 2009

EL ENEAGRAMA LA PERSONALIDAD y sus partes



Qué es un eneatipo?

Tipo de personalidad según el Eneagrama. Término acuñado por el psicólogo y psiquiatra chileno Claudio Naranjo, una de la figuras más connotadas y sobresalientes en el estudio y desarrollo de este sistema

Que son las líneas internas?

Las líneas internas del Eneagrama representan los movimientos psicodinámicos que cada eneatipo puede seguir en situaciones de stress o bienestar.

Las secuencias 1-4-2-8-5-7-1 y 9-6-3-9 corresponden a la dirección de desintegración, que es el comportamiento que podemos adoptar cuando ya hemos llegado al límite de nuestra estrategia básica y ésta no nos está rindiendo los frutos que nuestro ego requiere, en ese caso podemos adoptar la "camiseta" del siguiente eneatipo y realizar un viaje completo por cada uno de ellos, hasta estar de regreso una vez más en nuestro propio tipo.

Por ejemplo, un Cuatro abrumado por su sensación de vacío emocional y la falta de receptividad o comprensión hacia él, puede llegar a estallar de forma muy melodramática, como un Dos, volviéndose muy dependiente y adulador intentando conseguir la atención que necesita; acto seguido se dedicará a exigir de forma directa y agresiva (Ocho) enroscándole a los demás lo mucho que han hecho por ellos y el poco afecto o reconocimiento que han recibido de vuelta, para más delante retirarse a su "cueva" (Cinco) a lamerse sus heridas y recrear en su mente la situación una y otra vez al mismo tiempo que se sumerge en el mar de sensaciones que esto le genera, para luego volverse autoindulgente (Siete) y permisivo, con licencia para hacer todo lo que se le ocurra -teniendo como mira exclusivamente su propio beneficio- para compensar esta sensación de desaliento y, finalmente encontrarse rumiando y despotricando contra todos y contra sí mismo en una áspera critica (Uno) para encontrarse de nueva cuenta con la melancolía y la sensación de desolación en su punto de partida (Cuatro).

Esta dirección supone situaciones, tanto internas como externas, de conflicto, desencuentros y crisis, en las cuales perdemos el control de nosotros mismos. Es así como progresivamente el Cuatro puede avanzar en la dirección 4-2-8-5-7-1-4 hasta retornar a su centro y este viaje puede hacerlo en tan sólo unas horas, días o semanas y forma parte del trabajo de auto-observación el comprender cómo opera está dinámica dentro de cada uno de nosotros.

Hasta aquí es lo que se conoce desde que Óscar Ichazo -el padre del protoanálisis- difundió su modelo humanístico, como el FLUJO INTERNO del Eneagrama, con las flechas que ilustra el diagrama adjunto. El flujo interno describe "la lógica" que sigue la psiquis humana en su deseo natural de conseguir el amor, según lo define, y defenderse del mundo (especialmente de los demás), según lo percibe. Y fundamentadas en este flujo hay profundas y muy interesantes propuestas de trabajo interior, desde las diferentes escuelas de Eneagrama y las visiones humanísticas de sus más connotados difusores.

Originada en la escuela católica de Chicago, existe la teoría Dinámica de la Integración que invierte este flujo. Según esa visión, que también usa D. Riso, si tomamos esta secuencia en el sentido contrario, es decir 1-7-5-8-2-4-1 y 6-9-3-6, hablamos de integración o conjunto de rasgos que puede adoptar un eneatipo cuando se permite bajar sus mecanismos defensivos, cuando se encuentra confiado y fluye armónicamente con la vida, suele darse, aunque de forma temporal, en la etapa del enamoramiento por ejemplo, en la cual todo pareciera estar en su lugar y ser perfecto tal como es.

Por ejemplo, la salida sana del Cuatro es el eneatipo Uno o ser capaz de estar presentes en la realidad y comprometerse con ella abandonando fantasías e idealizaciones, actuando de forma organizada en vez de reaccionar de acuerdo a sus cambiantes estados de ánimo y centrándose en los valores positivos que toda experiencia conlleva.


Que son las Alas?

Las llamadas ALAS es la relación de contigüidad que existe entre el eneatipo principal y sus vecinos. En el caso del eneatipo Cuatro por ejemplo, no es lo mismo un Cuatro ala Tres orientado a mostrar una imagen exitosa, aristocrática o de elite y a lograr triunfos más evidentes a los ojos ajenos, que un Cuatro ala Cinco más encerrado en sí mismo y observador de la realidad; a menudo grandes iconoclastas de aguda percepción para destapar las incoherencias de la sociedad, pero sin lograr ir más allá de ella. Estas variaciones o matices de la estructura de personalidad, explican en alguna medida el por qué personas de un mismo eneatipo a simple vista parecen ser tan distintas en cuanto a su comportamiento.