viernes, 12 de agosto de 2011

ENEAGRAMA ESENCIAL Joel Friedlander



ENEAGRAMA ESENCIAL 2º Parte
Tipos Humanos. Como descubrir nuestra esencia a través del
ENEAGRAMA
 De Joel Friedlander, Edit. Sirio cuarta edición 2004

La interacción de los rasgos activos, pasivos, positivo y negativo, genera cuatro combinaciones dentro de los siete tipos. El único tipo humano que es tal vez negativo y pasivo es el Lunar, mientras que Saturno, su opuesto, es activo y positivo. El Venusino y el Jovial son pasivos y positivos, mientras que el  Mercurial y el Marcial son activos y negativos.
Las personas activas y positivas – Saturninos y Solares – tienen siempre muchos planes, construyendo casa, fundan organizaciones, trabajan activamente en sus profesiones y están siempre enrolando amigos en sus diversos proyectos. Los Marciales y Mercuriales también activos pero negativos, suelen ser muy inquietos y no precisan se motivo alguno para sus actividades sino que de algún modo se sienten impulsados hacia ella. En cualquier lugar que esté, surgen problemas.
No puede ver una película sin descubrir los errores del montaje y, cuando van a comer a un nuevo restaurante, inevitablemente notan las faltas del servicio. Sienten una gran satisfacción de poder señalar tales fallos a quien quiera oírles y discuten si uno no está de acuerdo con ellos.
Los Venusinos y joviales, ambos pasivos y positivos, son muy populares  y divertidos, cálidos y generosos, incluso benevolentes. Siempre dispuestos a socorrer a quien se presente, ya sea dando comida a un mendigo o algo de dinero a un amigo necesitado. Pueden ser sensuales y graciosos, pero también con frecuencia dejados y desorganizados. Los Lunares único tipo pasivo y negativo, son solitarios. No están satisfechos con las cosas tal como son en la realidad pero en lugar de contribuir a mejorarlas, sólo se quejan. Según ellos el tiempo es malo, su trabajo aburrido y la vida muy difícil de soportar. Su negatividad les hace verlo todo malo, su pasividad les quita el deseo de cambiar algo.

En el flujo está el remedio:
El flujo del Eneagrama contiene, sin embargo, el remedio que cada tipo necesita para superar su propio desequilibrio. Observando el tipo siguiente y la fuerza inherente al mismo, cada uno de nosotros hallará todo lo necesario para compensar sus propias debilidades.
Por ejemplo, el Lunar que no puede evitar mantener frío y distante incluso en medio de una tormentosa pasión, hallará su antídoto en la calidez y apertura de Venus. Si lograra incorporar a sí mismo estas cualidades, su angustia se calmaría y sería capaz de comunicarse con los demás. Tanto la dinámica de esta circulación de los tipos a través del eneagrama, como el conocimiento psicológico y el equilibrio que posibilita, constituyen una invaluable contribución al estudio de los tipos. A medida que en los capítulos siguientes vayamos examinando cada uno de los tipos humanos, iremos viendo el significado que está circulación tiene para cada uno de ellos.
Tipos corporales y tipos humanos:
 Hay que tener en cuenta que cada uno de los diferentes tipos humanos se nos puede presentar bajo una gran variedad de aspectos físicos. Para ampliar este punto de vista podríamos recurrir a los trabajos de Willian Sheldon, y decir que dentro de cada tipo hay endomórficos, ectomórficos y mesomórficos. No obstante, el sistema de Cuarto Camino, quw ha sido el trampolín del moderno estudio de los tipos humanos, nos facilita un modo todavía más adecuado para considerar dichos tipos corporales. De hecho, incluso permite incorporar las categorías de Sheldon dentro del mismo sistema.
Me estoy refiriendo a la idea del centro de gravedad. En pocas palabras, viene a significar que cada uno de nosotros tiende a relacionarse con el mundo principalmente en base a ciertoas actitudes procedentes de un grupo concreto de funciones: el intelecto, las emociones o el cuerpo físico. En términos de Hellen Palmer sería la cabeza, el corazón y el vientre. Según Gurdjieff, estos centros de funcionamiento primario deben considerarse como tres inteligencias diferentes, existentes todas en nuestro interior, de modo que si sabemos cual de tales funciones es la que nos gobierna tendremos ya mucho camino recorrido en la tarea de poder reconocer y describir nuestras relaciones con el mundo exterior.
Poe ejemplo, un tipo intelectual considerará al mundo como un conjunto de cosas que deben ser descritas, etiquetadas y clasificadas. El tipo emocional intentará experimentarlo a través de sus sentimientos, mientras que el físico vivirá simplemente en un mundo de objetos y de espacios que se relacionan entre sí. En un concierto veremos como el tipo intelectual sigue la partitura atentamente, el emocional se deja llevar por el sentimiento que le produce y el físico por el ritmo y  el movimiento, así como las sensaciones que estos originan en su interior. Cuando su atención se disipe, el intelectual se perderá en pensamientos y el pasado o bien soñará en su próximo encuentro con alguien que estimule sus sentimientos – positivos o negativos – mientras que el físico pensará en proyectos a futuros y en lugares a donde desea ir.
Coincidencias con los tipos de Sheldon:
Además cada uno de estos tres tipos posee un carácter que, de algún modo, se aproxima a las divisiones de Sheldon. El intelectual tiende a tener el aspecto atenuado del ectomórfico, su constitución es más fina que la de los otros y sus dedos suelen ser delgados y delicados. El tipo emocional suele poseer el aspecto fornidos del endomórficos, carnosos, con la cara redondeada y muchas veces con problemas de peso. Los tipos físicos tienen normalmente el potente y musculoso cuerpo de los mesomórficos, son compactos y bien constituidos. Las características asignadas a los tres tipos de Sheldon también se ajustan a este esquema. Los esctomórficos suelen ser mentalmente activos, lo cual coincide con el  tipo intelectual. Los endomórficos son sociables y gustan de la comodidad, rasgos que también se identifican con los tipos físicos cierta tendencia a la actividad física y a la aventura.
Al combinar esta clasificación con los tipos básicos tenemos, por ejemplo, marciales físicos. Cada uno de ellos será una variante del tipo marcial y poseerá su propio y particular carácter, en cada uno la orientación marcial básica será modificada, algunas veces de manera notable. Como en cualquier otra clasificación, aquellos que compartan una cierta orientación simpatizarán con los de su misma esfera; así por ejemplo, los marciales emocionales, de algún modo reconocerán inmediatamente las fuerzas que motivan a jovial emocional.
De hecho la importancia de este centro de gravedad o función predominante, es tal que un tratado completo de los siete tipos humanos tendría que tenerla forzosamente en cuenta. No obstante, ello supera mucho el alcance de este libro, por lo que la completa elaboración de dicho trabajo queda para el futuro.

http://eneagramacuartocamino.blogspot.com





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